En los tiempos actuales que vive el sector de las telecomunicaciones, se hace cada vez más visible la importancia de contar con los servicios de los operadores locales de telecomunicaciones como empresas cercanas, de confianza, que apuestan por el progreso de su entorno y región.
Entre anuncios de fusiones de grandes compañías, otras que intentan fagocitar el mercado con una competencia de precios que aboca el sector a pérdidas y la participación de fondos de inversión manejando los hilos de compañías que en su día fueron públicas, luego de estandartes nacionales y ahora están participadas mayoritariamente por capital extranjero, lo cierto es que los ciudadanos si analizan esta situación, deberían optar por los servicios del operador local de telecomunicaciones.
Estas empresas locales han realizado grandes esfuerzos económicos para desplegar sus redes propias en sus territorios de influencia. Sin ayudas estatales ni europeas han conseguido generar la confianza de sus vecinos para proporcionarles la conectividad necesaria en el ámbito rural y urbano.
Y prosiguen con su trabajo e inversión continua para ofrecer los mejores servicios. Por cada 1% de incremento del tráfico de datos en Internet (medido en megabytes móviles), es necesario incrementar las inversiones en la red entre un 2,6% y un 3,1% en los próximos 5 años. Dicho de otra forma, un incremento estimado del 20% en promedio anual en el consumo de datos obliga a multiplicar en 5 años entre 2,6 y 3,1 veces la inversión para que las redes puedan soportar el crecimiento de la demanda.
En el mundo de las telecomunicaciones, mientras que los costes variables se han reducido drásticamente en los últimos años (el coste variable por megabyte), el coste fijo o de inversión sigue siendo elevado con plazos de amortización más dilatados y, por tanto, con tasas internas de retorno (TIR) más bajas.
Los esquemas tarifarios (el precio final al cliente) están muy presionados a la baja tanto por los reguladores como por la competencia de operadores que no son propietarios de redes y, por tanto, no incurren en los costes de desarrollo.
Esto lleva a que la rentabilidad por capital invertido de las operadoras que desarrollan su propia red haya caído a la mitad en poco más de una década. En las grandes compañías, la situación de alto endeudamiento, atonía bursátil y presión inversora para los próximos años sobre dichas telecos, obliga a buscar inversores institucionales potentes y de largo plazo, ya sea en mercados internacionales o fondos de inversión.
Sin embargo, los operadores locales de telecomunicaciones continúan con su labor y expanden sus redes y servicios, luchan por mantener o aumentar sus plantillas, generando empleo y economía de proximidad. Les abandera su cercanía y compromiso con sus clientes a los que conocen personalmente y con los cuales se crea un circulo de confianza solo al alcance de estas empresas regionales.